Las aguas del río,
Saltaban cantarinas
Al chocar con las piedras,
En sus bordes coronado de
verdor
Y hermosas hiedras.
Al revoque perdido en un
llano
Y al costado del mismo,
Una figura observa,
Como las aguas cantarinas
de ese río
Bajo un cielo azul,
Saltan sus diminutas
perlas.
Gotas de rocío que al
chocar
Su cara refresca…
Y la figura llena de dicha
Lo contempla,
Como esas aguas cantarinas
Bajan revueltas,
Entonando una balada
Que para sus oídos es
complacencia.
Para sus ojos el esplendor
del verdor,
Entre juncos, hiedras y
madreselvas,
No hay cuadro que se le
compare,
Es solo belleza,
Al observar ese río
y a sus aguas inquietas.
ALOHE
27/02/2015
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